En una sociedad global, a nadie escapan las bondades del comercio electrónico, tanto para quienes establecen su negocio (menores costes y mayor amplitud de clientes potenciales, entre otros), como para aquellos que cada vez recurren más a Internet para realizar sus compras. Debemos recordar que Honduras cuenta desde principios del año que termina con una Ley sobre Comercio Electrónico, una norma que busca disminuir los costes de interacción y transformación, que el tamaño de la empresa no condicione los beneficios ampliando las oportunidades a todos aquellos que emprenden, disminuir la barreras en relación con el acceso a la información, y facilitar la globalización del comercio, permitiendo a los emprensarios aumentar los países donde prestan sus servicios y por tanto, como ya indicábamos, los clientes potenciales.
Junto con la protección que otorga la Ley y los organismos encaminados a la protección de los consumidores, éstos deben tener en cuenta determinados aspectos antes de realizar sus compras. Si bien, Internet facilita este tipo de transacciones económicas, tanto desde el propio país como para aquellos que se encuentran fuera y desean comprar productos hondureños, o comprar desde sus lugares de residencia realizándose las entregas en tierra catracha.
Ahora que nos encontramos en fechas navideñas, son momentos en que se incrementan este tipo de compras, y desgraciadamente, los fraudes de aquellos sitios que no ofrecen garantías suficientes conforme, tanto a la propia Ley de Comercio Electrónico como a la Ley de Protección al Consumidor, y las reglas internacionalmente aceptadas. Debemos recordar que, ya en 2014, la Comisión Europea establecía en un 12% el porcentaje de internautas europeos que habían sido víctimas de algún tipo de fraude por Internet.
Algunos consejos a tener en cuenta para evitar sustos o fraudes:
- Identifica el sitios donde vas a realizar la compra, asegurarte de que haya información clara en los avisos legales de la página web, revisa las condiciones de uso. Desconfía de aquellos sitios donde no este clara la información sobre el prestador de servicio, no se encuentre identificado o no haya información de contacto.
- En las condiciones de servicio deberán estar especificados los diferentes aspectos relativos a la compra, plazos de entrega, forma de pago, plazos de devolución, gestión de incidencias y reclamaciones. La información debe ser clara y transparente, si de una primer a lectura hay aspectos que no quedan claros, quizás sea mejor, ampliar información o buscar opiniones de otros usuarios en foros.
- Si vas a realizar el pago por Internet, intenta evitar sitios públicos, tales como redes inalámbricas públicas o locutorios. Si debes hacerlo en estos últimos revisa los mensaje del navegador, no almacenes contraseñas, números de tarjeta u otros datos personales o de pago.
- Recuerda revisar que la conexión a la web sea segura, si ésta es una conexión segura y privada, aparecerá en tu navegador “https” en el inicio de la dirección.
- Valora la adhesión a códigos de buenas prácticas en el comercio electrónico o el sometimiento del prestador de servicios a cámaras de comercio u otros sistemas de arbitraje, que faciliten las posibles reclamaciones en caso de ser necesario.
- En el momento del pago, ante diferentes posibilidades, utiliza sistemas de pago seguro como PayPal o Trustly, utiliza alternativas como el pago contra reembolso, una vez recibas los artículos comprados. En caso de que pagues mediante tarjetas de crédito, verifica que el pago se realice a través de pasarelas de pago seguras, o utiliza tarjetas de pago virtuales (por ejemplo, las que ponen a disposición empresas como Apple).
- Antes de hacer el pago, revisa los plazos de entrega o los costes adicionales asociados en relación con la forma de entrega. Revisa las ofertas y costes finales, la disponibilidad de los productos. Desconfía de las grandes ofertas, en las que el vendedor pide una señal anticipada, por una cuantía en ocasiones inferior, para reservar el artículo. Desconfía de las ofertas increíbles y lee la letra pequeña.
- Evita fraudes, nunca facilites información bancaria por correo electrónico, ninguna empresa te pedirá tus datos de tarjeta de crédito por esta vías, desconfía de los enlaces a promociones recibidos desde direcciones de e-mail no seguras. En caso de duda, ponte en contacto con el proveedor.
- Si crees que has sido victima de un fraude, ponte en contacto con las autoridades y tu entidad bancaria, con el fin de evitar cargos no autorizados y evitar que tu número de tarjeta o información personal sea utilizada con otros finalidades. La rapidez a la hora de denunciar es clave en este tipo de fraudes. Entre los tipos delictivos más comunes ligados al comercio electrónico se encuentran phishing o el pharming.
Estos tips no pretenden que no se no se utilice el sistema de comercio electrónico, que sin duda aporta tantas ventajas, su finalidad es llamar al lector la atención sobre los riesgos, para poder llevar a cabo las compras sin sorpresas de última hora.